Querom´ire, querom´ire!
Para donde no-no sei.
No puedo saber en qué momento de su vida, o con qué emociones, Rosalía de Castro escribió estos versos (Obras completas. pág. 362). Sí sé que en estos días de prueba no alcanzo a describir lo que siento. Quisiera irme de este lugar tan querido y no asistir a la llegada de los Orcos, esos seres horripilantes que todo lo talan y tanto destruyen. Aunque ellos son unos mandados, porque aquí no hay ningún Saurón, sólo un mal gobierno formado por dirigentes ineptos, sin sensibilidad y con muy poca visión de futuro a los que se les llena la boca con la palabra Progreso.
El progreso no radica en anchas y rectas carreteras, si así fuera sería fácil progresar.
El progreso es conocimiento, es cultura y es respeto. Respeto por todos los seres vivos y por todas las cosas. Respeto por los trabajos ejecutados con esfuerzo, como por ejemplo los viejos muros, centenarios varias veces, los vieiros, los viejos caminos que hacen las aldeas cómodas y vivibles aún en estos tiempos.
Para donde no-no sei.
No puedo saber en qué momento de su vida, o con qué emociones, Rosalía de Castro escribió estos versos (Obras completas. pág. 362). Sí sé que en estos días de prueba no alcanzo a describir lo que siento. Quisiera irme de este lugar tan querido y no asistir a la llegada de los Orcos, esos seres horripilantes que todo lo talan y tanto destruyen. Aunque ellos son unos mandados, porque aquí no hay ningún Saurón, sólo un mal gobierno formado por dirigentes ineptos, sin sensibilidad y con muy poca visión de futuro a los que se les llena la boca con la palabra Progreso.
El progreso no radica en anchas y rectas carreteras, si así fuera sería fácil progresar.
El progreso es conocimiento, es cultura y es respeto. Respeto por todos los seres vivos y por todas las cosas. Respeto por los trabajos ejecutados con esfuerzo, como por ejemplo los viejos muros, centenarios varias veces, los vieiros, los viejos caminos que hacen las aldeas cómodas y vivibles aún en estos tiempos.
Lo que se destruye no es sólo el nuevo trazado de la carretera, que a pesar de nuestra lucha es ya irremediable, sino que también los viejos robles que se encuentran cerca son talados sin reparos. Los monstruosos tractores avanzan por caminos que nada tienen a ver con la carretera y lo arrasan todo a su paso. ¿A quién le importa?
Con estas fotos podéis entender lo que nos está sucediendo:
¿Dónde están los servicios de vigilancia del medio ambiente? No están, no actúan. No existen.
El jardín se repone de las fuertes lluvias de junio, vuelven los capullos a crecer con fuerza. Quiero alegrarme y no puedo, lo impide el ruido de las motosierras y los terribles golpes de los árboles al caer. Ahora entiendo mejor la vieja frase que a veces usaba mi abuela al referirse a la súbita muerte de alguien: “Caíu coma un Carballo”.
Es un siniestro ruido, podéis creeerme, así que:
Querom´ire, querom´ire…………
Te entiendo perfectamente. en mi trabajo nos dedicamos a acabar con la naturaleza para hacer lugares nuevos en los que vivir llenos de asfalto Los vendemos como lugares para vivir entre naturaleza. Eso si todos tienen piscina y algún árbol.
ResponderEliminarLo siento.
Olá! infelizmente as pessoas hoje tem pouco conhecimento do que é o respeito por tudo incluindo a nossa mãe natureza, é o mundo em que vivemos. bj
ResponderEliminarte entiendo ... a mi me afecta tanto mi estado de ánimo, que a veces tengo que estar una temporada sin leer sobre esos desastres
ResponderEliminarya lo creo que es un siniestro ruido!!! y además duele, estamos estamos destruyendo nuestro precioso planeta, nuestra casa!
ResponderEliminartienes un muy buen espacio, aquí se respira verde!
un beso.
En mi zona todavía la costa se conserva en estado puro, pero el runrún de la construcción de un campo de golf ya empieza a escucharse por las esquinas y empiezo a temblar. Lo venden como "progreso"!!!
ResponderEliminarGracias, Maruxa, por estas reflexiones de tanto calado!
Besiños
María José