viernes, 22 de junio de 2018

Quen fora novo e non fora tolo!

“Quen fora novo e non fora tolo!” ¡Qué bien cuadra este refrán de nuestros abuelos a esta loca primavera que ya se está yendo!

Los árboles de mi jardín - que ya son adultos - consiguieron sacar algún beneficio de las alteraciones tan bruscas de las temperaturas y las lluvias torrenciales, están más altos y más frondosos, adueñándose de la luz.
 

Pero las grandes víctimas de los excesos primaverales fueron los rosales. Las azaleas y los rododendros tuvieron unas esplendorosas floraciones, aunque no llegaron a resistir ni una semana.




Fue un trabajo duro el de intentar retirar los amasijos de pétalos marchitos, que por su peso llegaron a romper ramas y tanto favorecieron a los hongos.


Ahora tenemos que intentar retirar con un buen rastrillado todas las hojas caídas e intentar ayudar con algún fungicida que resulte útil para los rosales y menos agresivo para las personas.

El rosal que mejor resistió a esta maléfica y loca primavera fue Golden Celebration de Austin . El trepador Albertine, después de un fuerte lavado con manguera, que ayudó a limpiar su aspecto desastroso, se animó rápidamente a que los nuevos capullos se abrieran y nos reconforta con su belleza.



 



¡Y tenemos algo bueno que contar!: nuestra vieja gardenia por fin se llenó de capullos. La compré ya grandecita hará unos 15 años, cambiándola de tiesto como me aconsejaron en el vivero y, a pesar de mimarla con todo los cuidados que aconsejan los entendidos, nunca nos regaló más que dos flores, algunos años solo una.


El año pasado decidí plantarla en tierra y dejarla un poco a su suerte, formó varios capullos, pero no se llegaron a abrir. Este mes de marzo le di una ligera poda aclarando algo el interior y le di un ultimátum… ¡Resultó plenamente! Ya tiene una flor abierta y está cubierta de capullos.

Otra buena noticia, quizá no tanto para el jardín: dentro de unos días le daremos la bienvenida a un cachorrito, un sobrino-nieto de nuestro añorado Buyuk. Aún no lo conocemos, pero nos dicen que es hermoso, no lo dudo, y también que es alegre y noble. Espero que sí lo sea y haga honor a su raza.

El jardín sufrirá algo, pero lo compensará lo mucho que disfrutarán de su compañía las niñas de la casa. Y las que ya no lo son tanto.

Que el verano que entra sea benéfico para todos.


sábado, 12 de mayo de 2018

Adiós Buyuk.


Nuestros perros siempre han sido maestros de afectos, inteligencia y nobleza.

Estoy segura de que en el Paraíso tiene que haber un precioso curruncho, con una portela como la de nuestra finca, donde estos maravillosos amigos nos esperen para indicarnos el camino.

Como hacías tú siempre que llegábamos a casa, corriendo delante del coche, como si no confiaras en que pudiera subir la pequeña ladera sin tu ayuda.

¡Tan blanco! ¡Tan Bello!

Adiós Buyuk.







sábado, 24 de marzo de 2018

Final del invierno.

El invierno toca a su fin. Desde mi dormitorio, cuando las lluvias torrenciales azotaban con furia el ventanal que mira al sur, me parecían inspiradoras de una gran sinfonía, pienso que Beethoven entendería su mensaje.


Todavía hace frío, el jardín está empapado y es urgente podar los rosales. Pero también es absolutamente necesario recuperar el ritmo de trabajo, algo enmohecido por el duro invierno, mis 86 primaveras, y el feo catarro que fue mi afable compañero un largo mes.

Sí fue afable. Los primeros días algo ruidoso - pero enseguida nos hicimos amigos y lo pasamos muy bien juntos. Hemos disfrutado de la música y de mis viejos amigos los libros de cabecera. Algún nuevo libro quiso acompañarme, pero reconozco que soy algo reacia a las novedades.

También por primera vez usé el iPad como pantalla para entretenerme con alguna vieja película… y lo disfruté.


Ayer, ya recuperada, decidí que el primer trabajo sería proporcionarle al jardín un ligero maquillaje. Gracias al entusiasmo de mi querido ayudante Celso - y con una pequeña ayuda por mi parte - removimos tiestos, rastrillamos las hojas amontonadas por los vientos y retiramos las hierbas invasoras, como la tradescantia (amor de hombre), que ya cumplieron su función de dar una nota de verde en los cortos y grises días de invierno.



Hoy empezaremos con la poda. Haré solamente una ligera intromisión, solo los híbridos de té serán podados de la manera tradicional. En el caso de los rosales ingleses, así les llamo habitualmente, aunque no todos lo son - me refiero a los rosales que siendo cultivares modernos tienen las cualidades de forma y perfume de los que adornaban los antiguos jardines y tantos cementerios - me limitaré a retirar ramas secas o dañadas y aligerarle algo el centro para que reciban más luz.

También les daré el aporte habitual de abono químico con bastante fosfato y potasio.

Y al terminar la poda los rociaremos con sulfato de cobre para protegerlos en cierta medida de los hongos.


Y esperando que Mayo nos regale una vez más su festival de color y perfume… ¡Feliz Primavera!