martes, 10 de marzo de 2015
“Nada en cas nigures.”
“Nada en cas nigures.”: era muy frecuente escuchar esta corta frase en mi aldea cuando yo era niña. Yo, que soy un poco refranera, aún la uso con frecuencia. ¿Qué significa? Pues para mi tiene un sentido claro de desorientación, de no saber, de futilidad, de pérdida de tiempo e incluso de engaño.
En estos días mi relación con el jardín es “nada en cas nigures.”.....
Me dedico a observar los rosales - a los que no puedo atender de una forma correcta al no poder usar los productos químicos a los que estaban habituados - y observo también el jardín, intentando simplificar todo lo posible los trabajos de mantenimiento. No es fácil, el jardín es un ser vivo, a veces parece un poco caprichoso, terco, y retador: hace un tiempo decidí que un rincón un poco escondido podía limpiarlo menos, pues bien, el magnífico viburno que lo embellecía se murió. El cantero de rosales que me parecía menos atractivo, incluso estaba sopesando la posibilidad de eliminarlo… ¡pues las duras heladas de febrero lo arrasaron! No es fantasía: el jardín siente. ¡Y a veces decide!
Yo soy solo una aficionada, no muy sensata, a la que le encantaba plantar soñando con las combinaciones de colores, de alturas y de perfumes; sin percatarme de que los años restan fuerzas y limitan los movimientos. Ahora me enfrento a los problemas causados por mis improvisaciones.
Pero bueno - no es una tragedia - solo hay que tomar decisiones acertadas, así que doy vueltas con la tijera de podar en la mano, corto las ramas secas - que son muchas - y me plantéo: ¿podo? ¿no podo?
Decidí podar normalmente los rosales de Austin, a los de Kordes, que son más resistentes, darles solo una ligera limpieza. Tuve que eliminar alguno de los comprados en el vivero de Peter Beales, que son los más antiguos y quizá por ello fueron los más castigados por los hongos. A los que permanecen también los podé, los limpié de ramas muertas, retiré las muy débiles y las entrecruzadas, y los rebajé algunos centímetros. Al final de la tarde les apliqué un producto cúprico en forma de líquido al 4 por ciento. El sulfato de cobre es el único producto que podemos usar, pues nunca nos produjo ninguna reacción desagradable
En marzo abonaré. Este año usaré un abono distinto: NPK 7-5-12. El súperfosfato de potasio, que todos los años usaba en la proporción de 40 gramos por planta, por alguna razón ya no lo aconsejan.
Después del abono añadiré como siempre una cobertura de compost.
Los huecos vacíos por la retirada de los rosales se pueden rellenar con plantas vivaces. En el blog de La Tabla hace unos días publicaron un reportaje sobre gramíneas, algunas me parecieron muy atractivas, tendré que informarme. De momento estoy trasplantando Digitalis y Verbascum, tan habituales en esta zona, que también tienen su encanto…¡y no dan problemas!
Estos días pasados fueron de niebla y lluvia, aun así la primavera ya se anuncia con la floración de los camelios, del Prunus japonica; las primeras prímulas silvestres y también alguna azalea empieza tímidamente la floración.
Hoy salió el sol un poco pálido y sin calor, sopla el nordeste frío y cantador, quizá a la tarde amaine y pueda empezar a separar los esquejes de la salvia para repoblar huecos, es una maravillosa planta: fácil, sana, que te perfuma cuando la rozas; estoy convencida que será la reina del jardín.
Y observando, proyectando pequeños cambios y haciendo pequeños esfuerzos el espíritu se va - como dicen en mi tierra con una bella palabra - desanuviando. Sí, espero que las nubes grises se alejen para todos. Os deseo una muy feliz primavera.
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Gracias Maruxa, lo mismo te deseo. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarUn saludo desde Galicia...El jardín podría estar lleno de flor en esta época si hubiese camelias, pues están divinas en esta época...
ResponderEliminarSeguro que el jardín va a responder maravillosamente a tu amor y cuidados...ya se nota en las camelias. ¡Qué gozada cuando llega la primavera! gracias por compartir tu jardín inspirador.
ResponderEliminarFeliz primavera para ti también, Maruxa! y digo lo mismo que Lisa, con tu cuidados ese jardín pronto estará tan bonito como tu desees, ya lo verás. Un abrazo
ResponderEliminarCreo que conozco ese sentimiento... O algo parecido!! El sentirse abrumada y no saber por donde atacar. Quizás también son momentos necesarios, momentos para reflexionar y de los que a menudo, sacas cosas positivas.
ResponderEliminarHace algunos años que no fumigo ningún rosal( ni nada), si acaso un poco de jabón potásico y zootal en otoño-invierno. No sé si esto podrías utilizarlo...
Esas Salvias me parecen un acierto, maravillosas en cualquiera de sus versiones y siempre resistentes.
Un beso!!
É muito prazeroso desfrutar de um jardim, quanto mais quando é extenso e bonito como o teu.
ResponderEliminarAqui também tem chovido, graças a Deus porque vive os em clima de deserto. Nos ultimos quatro anos não choveu e tudo se acabou. Agora com chuva a natureza ressuscita e tudo fica mais belo. Não como teu jardim mas dentro do que pode oferecer por aqui. A gente agradece e bem recebe. Bjs
Joana
Buenos días con paz y salud para todos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.