miércoles, 24 de noviembre de 2010

Noviembre - mes de Santos.

Noviembre, “mes de Santos” en mi infancia. Eran entonces días llenos de emociones. Es curioso que guarde un recuerdo tan intenso de estas fechas, a pesar de que hoy es quizá el momento del año que menos me gusta.

Frío en el jardín.

El primer día del mes se compraban los cerdos para el siguiente año. Todo un ritual: vestirse casi de fiesta para esperar en el centro de la aldea el... ¿cómo os podría transmitir la imagen del carricoche que transportaba los animales?... era un motor que tiraba de una enorme estructura de tablas de distintas medidas y diferentes colores, supongo que aprovecharían resto de pinturas varias para proteger la madera de la humedad. En mi recuerdo son obras de arte.

Oigo las voces del regateo. Algunas personas regateaban mucho, otras muy poco pues eran sabias y siempre ofertaban el precio justo. ¡Claro que la gente de mi casa pertenecía a este grupo! Yo era sólo una pequeña niña, pero mi abuela me incluía en sus negocios, que siempre tenían que ser “correctos” -aunque no era esta la palabra usada - era una frase: somos xente de ben, e a xente de ben non engana e ten solo unha palabra.

La gran emoción era el regreso a casa, un tramo de carretera y luego el sinuoso camino, en total unos 500 metros. Los mayores delante dejando caer granos de maíz y yo detrás, con un hermoso mimbre dorado, flexible, que con suaves roces les indicaba el camino. La llegada a las cuadras, conseguir que entraran sin miedo… ¡qué bien olía el heno seco! Los píos de piedra con el agua limpia, templada con la amarilla harina flotando. Si aceptaban beberla venían los parabienes, pues significaba que estaban felices, que nos aceptaban, y claro… ¡yo había sido la guiadora!!!!!!!!

Brumas de noviembre.

Me gustaría poder revivir con mis nietas momentos parecidos, pero ya no es posible. Del mes de Santos lo que aún realizamos es la faena de preparar la zorza, las carnes para hacer los chorizos. Es un trabajo que cansa pero que me encanta si puedo reunir a mi familia para ayudar en la faena y en las pruebas... que son largas y copiosas.

Adobar la carne es un arte, pues no pesamos los ingredientes, sólo el aroma nos indica el punto de sal, de ajo, de cebolla y de los pimentones, dulce y picante. Ya en el primer día sabemos si tendremos éxito o el resultado será regular. El acierto tiene un olor muy especial, difícil de explicar, la carne tiene que estar fresca, pero el “perfume” tiene que ser cálido, suave y alegre. Después vendrá el ahumado, que dura algunos días. Se ahúma con leña de roble exclusivamente y los chorizos se perfuman con ramas de laurel en el segundo día, cuando ya están un poco secos, para que las pavesas no los manchen.

Es curioso el mecanismo de la memoria: guarda los colores, los aromas y las medidas, sólo que estas últimas muy alteradas: hoy entro en las cuadras y son espacios de 4 por 3 metros, en mi recuerdo eran palacios… además llenos de secretos: las casitas de los ratones a los que alimentaba a escondidas, el rincón de los murciélagos al que intentaba no acercarme, eran los “chupa-sangre”..... ¿Y las culebras, que mamaban la leche de las vacas, donde vivirían? Esas me defraudaron, nunca pude encontrar las madrigueras. Y no penséis que son fantasías... si mamaban no lo sé, pero en las cuadras sí entraban. Hoy, que soy mucho más ignorante, digo: buscaban el calor. Entonces era la magia de las fuerzas ocultas.

Cuando años después volví a esta casa no encontraba los viejos olores, sólo cuando empecé a crear el pequeño jardín los recuperé. ¿Por qué el jardín me transmitió el tiempo pasado…?

Es curioso porque no teníamos jardín, únicamente algunas matas de rosales y el gran camelio, a caraveleira, que más tarde sería cortado cuando en el campo empezó la dexeneración, que diría una de mis tías. Le gustaba añadir que no sólo de pan vive el hombre.

En estos días cortos, de brumas y lluvia torrencial, algunos rosales están lozanos y con hermosas flores. Tengo un pequeño ramo en una taza azul turquesa de rosas Gertrude Jekyll, suficiente para llenar de luz y perfume mi rincón de trabajo.

Hoy hicimos recogida de hojas para recubrir la tierra alrededor de los rosales ingleses. Poco a poco todos tendrán esta protección, así no temerán el frío.

Golden Celebration.

3 comentarios:

  1. Enhorabuena maruxa, este mes triste, se agradece este post tan bello...

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  2. Qué maravilla de rosa son mis flores preferidas, las rosas rojas, aunque tengo que decir que para mí no hay flor que no me guste, son mi relax. Aquí te dejo mi blog, si quieres visitarme. http://bonsais-trini.blogspot.com/

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  3. Gracias por tus palabras y tus fotos que siempre consiguen emocionarme... Qué bonito, Maruxa

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