lunes, 1 de octubre de 2012

Alegría (y agradecimiento).



Estoy contenta, hemos podido conservar el milenario acceso a nuestra aldea gracias a unas pequeñas colonias de salamandras rabilargas (Chioglossa lusitanica) y helechos (Dryopteris guanchica) que perviven en este lugar. Al ser animales y plantas en peligro de extinción nos ayudaron a preservar nuestro entorno, que el nuevo trazado de la carretera destruía en gran parte.

También mucha gente nos ayudó desinteresadamente con su trabajo, su apoyo, y sus conocimientos de la flora, la fauna y la geología de esta zona.

Gracias a todos, sin vuestra ayuda nada habríamos conseguido. Tenéis todo nuestro afecto.


Sin embargo para el jardín fue una época poco grata, la obra de la carretera provocó cantidades ingentes de polvo, espeso y graso, que resecaba las hojas de los rosales. La climatología adversa tampoco ayudó, y la imposibilidad de usar productos químicos por problemas de salud agravó el problema.

Lo siento por los rosales - intento ayudarlos con los cuidados que tengo a mi alcance. Están resistiendo en mejores condiciones los que fueron plantados en tierra profunda y bien drenada, en bancales especialmente preparados. Todos los demás - plantados en la proximidad de árboles y en compañía de otros arbustos - tienen un triste aspecto, agravado por el tinte azulado que tienen las pocas rosas que quedan al ser rociadas con sulfato de cobre. Me aconsejaron que hiciera un tratamiento con este producto, y también con una solución jabonosa al 5% de jabón de potasio. Este jabón no se encuentra fácilmente, pero gracias a la receta que leí en el blog El Huerto de Otiñar, lo puedo hacer en casa. La primera experiencia no fue un éxito, pero mañana lo intentaré de nuevo. Ya sé algún truco más, como por ejemplo usar la minipimer a la velocidad máxima para revolver la mezcla en lugar de utilizar la cuchara de palo.


Definitivamente creo que tendré que modificar algunas zonas del jardín, y no sólo porque la sensibilidad química que sufre mi hija me impide usar muchos productos, sino también para aligerar el trabajo.

Empezamos las podas de limpieza de septiembre en los rosales trepadores no reflorecientes, como el Albertine y el Helenae (este último llega a ser avasallante).
 
Scarborough Fair, de David Austin.
 
Lucetta, también de David Austin.

Esta Brother Cadfael de David Austin, fue cultivada en tiesto.

Buff Beauty de Ann Bentall, 1939.

Estoy intentando también controlar el crecimiento de rosales y enredaderas sobre el tejado de la casa. Tendré que eliminar algún pie de parra virgen en el invierno, se ha convertido en una maraña que ya no me agrada.


Siempre es una decisión difícil eliminar lo que tardó tantos años en crecer. A veces es necesario, y hasta aconsejable, hacer podas drásticas.

Seguiré trabajando para intentar que el jardín conserve un aspecto agradable prescindiendo de los tratamientos químicos.


Tendréis noticias de mis logros y mis fracasos.

8 comentarios:

  1. Maruxa, saludos de Montevideo Uruguay me encanta tu blog estoy intentando aprender sobre rosas, se hizo esperar este nuevo post, estaria buenisimo que fueran 2 o 3 a mes.
    Gracias, besos
    Juan

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  2. Quizá por los problemas que le causa al jardin el no poder usar fungicidas, estoy un poco desconcertada.los Rosales y yo tenemos que adaptarnos......las rosas lo harán.
    Pregunta lo que quieras.
    Un afectuoso saludo.
    Maruxa.

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  3. Maruxa, estoy encantada que respetasen esa zona, me gustaria que las respetasen todas pero a veces no puede ser. Te mando un fuerte abrazo y gracias por tener ese jardin maravilloso.

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  4. Maruxa, hace mucho tiempo que leo su blog y no dejo de aprender en cada entrada. Así que me parece un atrevimiento dar un consejo. Pero voy a decidirme porque nunca leí aquí un comentario sobre un tratamiento del que yo tuve conocimiento hace algunos años a través de un libro sobre Rosas que me regalaron. Comentaban que en los jardines ingleses, antiguamente usaban leche pulverizada como preventivo. En el momento en el que el rosal se encuentra más saludable, a principio de primavera, pulverizar leche sobre las hojas, repetir la operación frecuentemente. Explicaban que no curaba nada, pero que los protegía haciéndolos más robustos. Lo hemos probado con un rosal que, plantado en una zona sombría, todos los años enfermaba y el cambio fue espectacular. No puedo saber si hay alguna base científica, pero el remedio está al alcance de cualquiera y desde luego, daño… no les hace.
    Un saludo. Rosa

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  5. Hola Maruxa, en casa las rosas están despertando, no veo la hora de que exploten en flor!
    Yo no uso ningún tipo de químicos en el jardín y las rosas parecen estar acostumbradas, a veces presentan hongos en el follaje pero han aprendido a sobrellevarlo ajajja

    besotes!!

    Carola

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  6. Algo había leído sobre el buen efecto de la leche, claro que lo probaré en alguno de los mas débiles, gracias.
    Carola quizá en esa tierra no llueva tanto, yo vivo en la zona mas húmeda de Galicia,llueve y llueve........en este momento una zona del jardín está con los Rosales pelados, en el mejor de los casos volverán a florecer en primavera.
    Cuenta y comenta como progresa tu jardín.
    Un beso.
    Maruxa

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  7. Para Teresa y. Juanplus.
    Hola buenos días , hoy continuaré con las podas que son necesarias, hace años que no las hacíamos tan drásticas, pero en poco tiempo el jardín se volvió un bosque demasiado tupido.
    Un saludo, con afecto.
    Maruxa

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  8. Es precioso tu jardín, con bellisismas plantas el lugar es un paraiso de verdad.

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