martes, 21 de diciembre de 2010

Las últimas rosas de la temporada.


Son muy hermosas las últimas rosas de la temporada.

Hoy hemos podido hacer estas fotos en el jardín; las rosas parecen de fina porcelana, los colores tenues y el aroma suave.

No tengo nada mejor para acompañar mis mejores deseos de una muy feliz Navidad a todos mis amigos, y también a todos los enamorados de las rosas.

Felices fiestas.

Paws

Glamis Castle

Lady Emma Hamilton

Escaramujo.

martes, 30 de noviembre de 2010

Luz de Invierno.


Hoy las temperaturas bajaron bruscamente. Por la mañana el prado parecería un manto blanco con lunares negros porque a los topos les entró un loco afán de trabajo ¿qué se podrá hacer para alejarlos?

Durante años no tuve con ellos problemas graves. Estaba convencida que un aparato de ultrasonidos que tenía clavado en el césped era eficaz. Pero desde hace algún tiempo parecen haberle perdido el respeto, y ahora no sé que puedo hacer; si alguien tiene algún método que pueda ayudarme le quedaría muy agradecida si me lo comunicara.

Casi es divertido, el suelo parece un tablero de algún extravagante juego.

Los árboles, los rosales y las azaleas, que ya empiezan a lucir las primeras flores, están en orden.

La que se mantiene más lozana como arbusto y con algunas flores perfectas es Stanwell Perpetual.

Centenaire de Lourdes continúa floreciendo regularmente.

A pesar del frío os envío un saludo cálido a todos.




miércoles, 24 de noviembre de 2010

Noviembre - mes de Santos.

Noviembre, “mes de Santos” en mi infancia. Eran entonces días llenos de emociones. Es curioso que guarde un recuerdo tan intenso de estas fechas, a pesar de que hoy es quizá el momento del año que menos me gusta.

Frío en el jardín.

El primer día del mes se compraban los cerdos para el siguiente año. Todo un ritual: vestirse casi de fiesta para esperar en el centro de la aldea el... ¿cómo os podría transmitir la imagen del carricoche que transportaba los animales?... era un motor que tiraba de una enorme estructura de tablas de distintas medidas y diferentes colores, supongo que aprovecharían resto de pinturas varias para proteger la madera de la humedad. En mi recuerdo son obras de arte.

Oigo las voces del regateo. Algunas personas regateaban mucho, otras muy poco pues eran sabias y siempre ofertaban el precio justo. ¡Claro que la gente de mi casa pertenecía a este grupo! Yo era sólo una pequeña niña, pero mi abuela me incluía en sus negocios, que siempre tenían que ser “correctos” -aunque no era esta la palabra usada - era una frase: somos xente de ben, e a xente de ben non engana e ten solo unha palabra.

La gran emoción era el regreso a casa, un tramo de carretera y luego el sinuoso camino, en total unos 500 metros. Los mayores delante dejando caer granos de maíz y yo detrás, con un hermoso mimbre dorado, flexible, que con suaves roces les indicaba el camino. La llegada a las cuadras, conseguir que entraran sin miedo… ¡qué bien olía el heno seco! Los píos de piedra con el agua limpia, templada con la amarilla harina flotando. Si aceptaban beberla venían los parabienes, pues significaba que estaban felices, que nos aceptaban, y claro… ¡yo había sido la guiadora!!!!!!!!

Brumas de noviembre.

Me gustaría poder revivir con mis nietas momentos parecidos, pero ya no es posible. Del mes de Santos lo que aún realizamos es la faena de preparar la zorza, las carnes para hacer los chorizos. Es un trabajo que cansa pero que me encanta si puedo reunir a mi familia para ayudar en la faena y en las pruebas... que son largas y copiosas.

Adobar la carne es un arte, pues no pesamos los ingredientes, sólo el aroma nos indica el punto de sal, de ajo, de cebolla y de los pimentones, dulce y picante. Ya en el primer día sabemos si tendremos éxito o el resultado será regular. El acierto tiene un olor muy especial, difícil de explicar, la carne tiene que estar fresca, pero el “perfume” tiene que ser cálido, suave y alegre. Después vendrá el ahumado, que dura algunos días. Se ahúma con leña de roble exclusivamente y los chorizos se perfuman con ramas de laurel en el segundo día, cuando ya están un poco secos, para que las pavesas no los manchen.

Es curioso el mecanismo de la memoria: guarda los colores, los aromas y las medidas, sólo que estas últimas muy alteradas: hoy entro en las cuadras y son espacios de 4 por 3 metros, en mi recuerdo eran palacios… además llenos de secretos: las casitas de los ratones a los que alimentaba a escondidas, el rincón de los murciélagos al que intentaba no acercarme, eran los “chupa-sangre”..... ¿Y las culebras, que mamaban la leche de las vacas, donde vivirían? Esas me defraudaron, nunca pude encontrar las madrigueras. Y no penséis que son fantasías... si mamaban no lo sé, pero en las cuadras sí entraban. Hoy, que soy mucho más ignorante, digo: buscaban el calor. Entonces era la magia de las fuerzas ocultas.

Cuando años después volví a esta casa no encontraba los viejos olores, sólo cuando empecé a crear el pequeño jardín los recuperé. ¿Por qué el jardín me transmitió el tiempo pasado…?

Es curioso porque no teníamos jardín, únicamente algunas matas de rosales y el gran camelio, a caraveleira, que más tarde sería cortado cuando en el campo empezó la dexeneración, que diría una de mis tías. Le gustaba añadir que no sólo de pan vive el hombre.

En estos días cortos, de brumas y lluvia torrencial, algunos rosales están lozanos y con hermosas flores. Tengo un pequeño ramo en una taza azul turquesa de rosas Gertrude Jekyll, suficiente para llenar de luz y perfume mi rincón de trabajo.

Hoy hicimos recogida de hojas para recubrir la tierra alrededor de los rosales ingleses. Poco a poco todos tendrán esta protección, así no temerán el frío.

Golden Celebration.

domingo, 7 de noviembre de 2010

La “primavera” del otoño se va.

Estos días pasados fueron absolutamente perfectos. La temperatura, la luz, la suavidad del aire, el perfume de las rosas, el brillo de los colores… podrían ser los de la primavera, con la diferencia de que la luz, para tener el brillo del oro, necesita el reflejo en las hojas de los arboles, que estos días del otoño se cubren con los cálidos tonos rojizos, dorados, amarillos y cobrizos.
Los más hermosos, los que yo más quiero, son los arces, los robles americanos y el maravilloso Liquidambar. Sin olvidar el Prunus que, aunque modesto en su desarrollo, compensa con la precoz belleza de sus flores al comienzo de la primavera y el color de sus hojas con los reflejos de un buen vino añejo.

El inconveniente de estas suaves temperaturas es la necesidad de comenzar con los tratamientos a base de sulfato de cobre, pues está apareciendo algún brote de roya y hay que atajarla ahora o en la próxima primavera podremos tener problemas serios.

Mañana entra un frente frío, así que hoy quizás sea el último día de este año en que el jardín pueda ofrecer todo su color.

Deseo compartir este paseo por el otoño de Galicia, con todos los amigos jardineros.


lunes, 18 de octubre de 2010

Crocus.


Hace años, en mis paseos por el monte, de vez en cuando recogía algunos bulbillos de Crocus y - sin demasiadas esperanzas - los iba plantando en una ladera que había decidido cubrir de césped. Pensaba que, si llegasen a prosperar, la combinación podría ser interesante.

Con el tiempo los Crocus se adaptaron magníficamente y se reprodujeron ocupando toda la ladera. Sorprendentemente fue el césped el que no se adaptó y acabó desplazado en gran parte por musgo.

El resultado es sorprendente, una zona del jardín que apenas necesita mantenimiento y que en otoño se cubre de pequeñas llamas azules.


Luz de otoño.





viernes, 8 de octubre de 2010

Otoño 2010


Casi todos los años en los primeros días de octubre el tiempo se revuelve, la primera galerna pasó dejando manzanas caídas, ramas por todo el jardín y algún desperfecto en los viejos tejados.


Este año la luna nueva entra el día siete, así que estaremos atentos pues es bien sabido por todos los campesinos que “la luna de octubre siete lunas cubre”.

El otoño se está adueñando del jardín, el arco del sol baja lentamente en el horizonte y las sombras se asientan en sus casas de invierno. Es el comienzo de la lozanía de esa planta que tanto me gusta: Tradescantia, aquí la conocemos como “Amor de hombre”, que crece en todos los recantos umbríos y puede llegar a ser algo invasora, pero como tiene apenas unas raicillas es muy fácil eliminarla. Disimula perfectamente los rincones un poco abandonados, se multiplica rápidamente y puede tener colores muy llamativos, desde el violeta al blanco con tonos rosados. Yo prefiero la de color verde, que cubre como un tapiz y no requiere ningún cuidado.

Los rosales este verano, de un modo general, se han portado magníficamente. La medalla de oro de esta temporada la tendrían que compartir Souvenir de la Malmaison y Scarborough Fair, espléndidas durante las floraciones del verano, aún ahora tienen rosas abiertas y capullos.

Sólo Gruss an Aachen padeció un ataque de roya y el hermoso y frágil Baron Girod de L´ain fue atacado por el oídio. En ambos casos decidí no usar fungicida, solo hice una poda de las ramas más afectadas, retiré las hojas enfermas, y muy pronto empezaron con brotes sanos.

En estos últimos días Felicia apareció con algún polvillo blanco, poca cosa, así que no pienso intervenir. Tiene razones para estar un poco cansada pues floreció desde mayo casi cada 15 días, y todavía continúa. Hace lo mismo todos los años, es uno de los rosales que más recomiendo.

Adjunto unas fotografías que ilustran lo mal que funcionan algunos viveros que venden en las ferias, me refiero a los mercadillos al aire libre que abundan en Galicia, lo que es una pena, pues sería la forma más fácil y agradable de adquirir las plantas ya florecidas.

A estas, que compré en una feria ya enraizadas, las cuidé muchísimo, y el resultado, como podéis ver, resulta penoso.


Como contraste os muestro estos cinco esquejes de un año de Gertrude Jekyll, que apenas florecieron pero están fuertes y sanos.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Agosto.

Heritage.

Agosto, y quizás noviembre, son los meses que menos me agradan. Me parecen excesivos: agosto por exceso de luz y noviembre por exceso de niebla.

En este agosto tuvimos temperaturas inusualmente altas, muchos días alcanzamos los 40º C.

Sin embargo las noches sí eran apacibles. Fue muy agradable poder cenar en el jardín sin la habitual sensación de frío y humedad - menos la noche de las lágrimas de San Lorenzo, en la que esperamos la lluvia de estrellas estoicamente, tapados con mantas y aun así tiritando. Y como siempre, desde tiempos inmemoriales supongo, pude murmurar a los bólidos que cruzaban el cielo las palabras que tantas veces le escuché a mi abuela: Dios te guíe.

Westerland y Rosemoor.

A pesar del fresco fue una hermosa noche, invitados a cenar en casa de buenos amigos, admirables anfitriones, disfrutamos de una mesa espléndidamente aderezada y de una magnifica cena: sabrosa, leve y equilibrada.

Tienen mis amigos un jardín con rincones de hermoso colorido, aunque este verano también fue muy castigado por el calor excesivo. La ladera de acceso a la casa parecía una gran manta de terciopelo con todas las tonalidades de ocres y tierras, y aún así era una belleza. Ahora ya estará reverdeciendo, al ser una zona de musgo con las lluvias de estos días volverá a la suavidad de los verdes. En pocos años su dueña - con alma de jardinera y que ahora dispone de más tiempo - llegará al jardín soñado.

El gato con Sister Elizabeth en su primer año.

Incluyo algunas fotografías de estos días pasados, podréis daros cuenta de que, teniendo agua suficiente, los rosales no sufren, al contrario, en agosto la floración fue larga.

Ahora está empezando la “remontada” de septiembre, con las plantas en perfecto estado de salud gracias al último tratamiento para los hongos que apliqué, creo recordar, en los últimos días de junio.


Rosas Bonica con flores de Phlox.

Albertine.

martes, 6 de julio de 2010

Charla sobre rosas.



Hace unos días la Asociación de vecinos de Xares, en A Veiga (Ourense) me invitó a dar una charla sobre rosas.

Fue un gran privilegio estar unos días en esa maravillosa aldea, ya casi nos hemos olvidado de que existen lugares que encierran tanta belleza. Sus gentes son amables y - cosa rara en estas tierras - están orgullosas de sus pequeños jardines, a los que cuidan con esmero. Me hubiera gustado poder darle un premio especial a cada uno de ellos.

Transcribo más o menos lo que pude decirles:


En una ocasión me regalaron un hermoso libro que habla de la evolución de los jardines en Europa, desde los tiempos antiguos hasta nuestros días. Cito a su autor, un erudito profesor de Pedagogía del Arte, Ehrenfried Kluckert:

“Para situar las plantas en un jardín hace falta tener conocimientos científicos y capacidad artística.”


Tengo que reconocer que yo empecé sin ningún conocimiento científico y con una discutible capacidad artística, pero sí con un gran entusiasmo, perseverancia y esfuerzo, que creo son las claves fundamentales para lograr resultados. Con ello quiero animar a los que estéis empezando.

A lo largo de los años he intentado informarme y aprender no sólo de los libros y manuales sino especialmente de mis errores y de la observación del comportamiento de las plantas en mi jardín. No soy erudita, pero mi larga experiencia me ha proporcionado algunos conocimientos, muchas alegrías, y creo que también ha contribuido a darme mucha salud - a mis casi 79 años no me puedo quejar.

Me gustan todas las plantas, y en especial las rosas, pero no tengo espíritu de coleccionista. Intento usar las rosas como complemento de armonía y belleza en mi jardín. Lo cierto es que las rosas son tan versátiles en su floración, en su forma y en su color que he acabado teniendo muchas variedades de rosales.

De entre todas ellas tengo que confesar que estoy enamorada de las variedades perfumadas, quizás por un recuerdo de mi infancia: unas matas perfumadas de la casa de mi abuela que todavía conservo, es una Gallica que recuerda a Charles de Mille y que todavía no he podido clasificar.


Consejos sobre rosas.

Después de tantos años de esfuerzo y de aprendizaje de mis errores, lo que os puedo aconsejar lo resumiría así:

1 - Ubicación.

Las rosas agradecen la orientación a naciente, les gusta la luz de la mañana. Por otro lado debe asegurar una exposición al sol de al menos 5 horas cada día.

En nuestro hemisferio la orientación al sur, con muchas más horas de sol, suele ser buena. Pero no todas la soportan bien, sufren principalmente las rosas rojas de color oscuro, que se mustian muy pronto.

La orientación al norte debe evitarse ya que suele crear problemas, aunque existen variedades que la aceptan sin problemas como los rosales trepadores Alberic Barbier y Madame Alfred Carriere.


En las zonas menos luminosas es aconsejable elegir variedades de rosas blancas o de colores muy claros y plantas de hojas jaspeadas (variegatas), que además de darse bien resaltan en área umbrías.

Además deben contar con una adecuada protección del viento, aunque las rosas necesitan zonas aireadas que minimizan las enfermedades por hongos, sufren mucho si están expuestas a vientos muy fuertes. Si el lugar del que disponemos está expuesto a estas corrientes, tendremos que protegerlas creando barreras que pueden ser muros, taludes o elementos arbóreos.


2 - Preparación de la plantación.

Tan importante como la ubicación es la preparación del suelo en el momento de plantar.

2.1 - Hoyo de plantación.

A menor calidad de la tierra, mayor tamaño del hoyo de plantación, tanto en profundidad como en anchura. Con ello se consigue que las plantas sean más robustas y resistentes a las enfermedades, más vigorosas en su crecimiento y menos exigentes a nivel de riego.

El hoyo debería abrirse con bastante antelación, unos cuantos días si es posible. Esto permite que la tierra se oxigene y además podremos observar su drenaje.


2.1 - Drenaje.

Por precaución yo siempre pongo en el fondo del agujero piedrecitas, grava o restos de macetas para mejorar el drenaje.

2.3 - Dimensiones del hoyo.

Los manuales suelen recomendar un hoyo de 40x50 cm ó 40x60 cm. Yo aconsejo, si el terreno es pobre, hacer un agujero mayor, de unos 80x80 cm para cada rosal.

Actualmente, para ahorrar trabajo y con muy buen resultado, prefiero hacer un buen hoyo, de 100x100 cm, en donde puedo plantar 3 rosales de la misma variedad. Los coloco en una disposición triangular, que permite en muy poco tiempo disfrutar de un maravillosa mata de buen tamaño, frondosa y vigorosa.


2.4 - Disposición de la tierra en el hoyo.

Al cavar el hoyo hay que separar la tierra en dos mitades. La primera mitad, en la que amontonaremos la tierra superficial, más rica y oxigenada, se pondrá a un lado. La segunda mitad, tierra más profunda y pobre, la dejaremos al otro lado. Cuando llegue el momento de rellenar el hueco que hemos creado lo haremos a la inversa: la más superficial y rica irá al fondo del agujero y la más profunda y pobre a la superficie

En el fondo del hoyo colocaremos la tierra que originalmente era la más superficial, mezclada con abono orgánico maduro, al cual se le puede añadir algún abono químico específico para rosales en las cantidades que aconseje el fabricante, que suele ser de unos 40 gramos por planta. A estos abonos yo añado mi propia receta - recogida a lo largo de los años de varias fuentes - y que me ha dado muy buenos resultados:
  • Lana virgen (restos de ovillos o trozos de viejos calcetines o chaquetas).
  • Trozos de cuero (trozos de viejos zapatos).
  • Huesos (comprados en la carnicería) ya que aquí en España nunca he podido encontrar la mezcla de harina de huesos y sangre que recomiendan los ingleses (bone & blood meal). Estos huesos actúan como fertilizante de liberación lenta que irán soltando a lo largo de los años minerales, especialmente fósforo, muy valiosos para la salud de los rosales.

Sobre esta capa de tierra abonada pondremos más tierra sin abonar para evitar el contacto directo de las raíces con el abono.

A continuación colocaremos el rosal en el hoyo y sujetaremos las raíces con tierra pobre, que paulatinamente, en contacto con el aire, se irá oxigenando y enriqueciendo.


2.5 - Colocación del rosal en el hoyo.

Yo aconsejo seguir los siguientes pasos:

  1. Refrescar las raíces. Si la planta se ha comprado a raíz desnuda conviene humedecerla durante unas horas. Es también muy recomendable añadir a las raíces hongos micorrízicos que en 2 o 3 semanas ayudarán a desarrollar un sistema de raíces secundario que permitirá un mejor aporte hídrico y de nutrientes a la planta. Yo utilizo los que proporciona David Austin.
  2. Colocar la planta en el centro del hoyo si es única, o en triángulo si son tres.
  3. Añadir tierra no abonada hasta el nivel del injerto si se planta en primavera y 2 o 3 cm más arriba si es en otoño
  4. Regar. Hasta que la tierra quede empapada, normalmente con una o dos regaderas será suficiente.
  5. Apretar la tierra para eliminar bolsas de aire
  6. Añadir más tierra si es necesario para llegar a los niveles indicados anteriormente.

3 - Riego.

A los rosales no les gusta estar secos, principalmente en los dos primeros años, en los que son muy sensibles a la sequía. Después de dos años ya habrán desarrollado un buen sistema radicular con raíces de carácter pivotante, que les permite ser más resistentes a las deficiencias hídricas.

Es mejor regar en profundidad menos veces que hacerlo más a menudo superficialmente. Los riegos cortos superficiales hacen que las raíces crezcan hacia arriba y hacen que el rosal sufra más con los golpes de calor.

La cantidad de riego dependerá del clima, del tipo de tierra y del drenaje del terreno. Paradójicamente en los días secos de la primavera tendremos que regar más que durante el verano ya que, aunque es una época menos calurosa, las plantas son más sensibles por estar en pleno desarrollo.

En el mes de agosto los rosales hacen pequeñas pausas en su floración y requieren un riego menos riguroso.

En septiembre tendremos que volver a estar muy atentos al riego para ayudar a la remontada de la segunda floración.



4 - Control de plagas y enfermedades.

En Galicia las micosis (enfermedades por hongos) son, por la humedad de nuestro clima, endémicas: mancha negra, roya y mildiu.

Aconsejo adquirir las plantas en buenos viveros y elegir aquellas variedades descritas como muy resistentes a estas enfermedades.

Os podéis remitir a cualquier manual para profundizar en su tratamiento.


Las fotografías son del mes de junio, antes de las fuertes lluvias que esta primavera nos sorprendieron por su violencia y duración.

Ahora todos los rosales están llenos de capullos nuevamente. Paws de Peter Beales está en plena floración, es realmente hermosísimo y muy sano.

Hasta pronto.


lunes, 28 de junio de 2010

Orcos



Querom´ire, querom´ire!
Para donde no-no sei.

No puedo saber en qué momento de su vida, o con qué emociones, Rosalía de Castro escribió estos versos (Obras completas. pág. 362). Sí sé que en estos días de prueba no alcanzo a describir lo que siento. Quisiera irme de este lugar tan querido y no asistir a la llegada de los Orcos, esos seres horripilantes que todo lo talan y tanto destruyen. Aunque ellos son unos mandados, porque aquí no hay ningún Saurón, sólo un mal gobierno formado por dirigentes ineptos, sin sensibilidad y con muy poca visión de futuro a los que se les llena la boca con la palabra Progreso.

El progreso no radica en anchas y rectas carreteras, si así fuera sería fácil progresar.

El progreso es conocimiento, es cultura y es respeto. Respeto por todos los seres vivos y por todas las cosas. Respeto por los trabajos ejecutados con esfuerzo, como por ejemplo los viejos muros, centenarios varias veces, los vieiros, los viejos caminos que hacen las aldeas cómodas y vivibles aún en estos tiempos.
Lo que se destruye no es sólo el nuevo trazado de la carretera, que a pesar de nuestra lucha es ya irremediable, sino que también los viejos robles que se encuentran cerca son talados sin reparos. Los monstruosos tractores avanzan por caminos que nada tienen a ver con la carretera y lo arrasan todo a su paso. ¿A quién le importa?

Con estas fotos podéis entender lo que nos está sucediendo:



¿Dónde están los servicios de vigilancia del medio ambiente? No están, no actúan. No existen.

El jardín se repone de las fuertes lluvias de junio, vuelven los capullos a crecer con fuerza. Quiero alegrarme y no puedo, lo impide el ruido de las motosierras y los terribles golpes de los árboles al caer. Ahora entiendo mejor la vieja frase que a veces usaba mi abuela al referirse a la súbita muerte de alguien: “Caíu coma un Carballo”.

Es un siniestro ruido, podéis creeerme, así que:

Querom´ire, querom´ire…………