jueves, 27 de mayo de 2010

Podar los rosales en clima lluvioso.


La pasada semana llegó el buen tiempo, pero con temperaturas demasiado altas, 33 grados de máxima. Me daba la sensación que las plantas estaban un poco desconcertadas... los brotes tiernos se doblaban y, aunque la tierra estaba aún empapada, agradecían un riego de pies.

Esto se debe en gran parte a que el jardín está situado sobre un suelo muy pobre y rocoso. En aquellas zonas en las que la tierra es profunda, un metro o más, las plantas no acusan ese sufrimiento.

Sin embargo el día 25 el tiempo cambió bruscamente. Tuvimos treinta horas de lluvia torrencial y temperaturas bajas. Algunos rosales, ya muy cargados de flores, bajaron sus cabezas. En aquellos que no disponen de mucho espacio el peso del agua hizo que las ramas se amontonaran unas sobre otras y muchas flores se echaron a perder. Tuve que separar e incluso recortar algunas ramas lastimadas.

Hansa y Centenario de Lourdes fueron las más castigadas; al no haberlas podado esta última primavera estaban demasiado cargadas de ramas y flores.

No todos los consejos de los manuales son buenos... algunos dicen que las rugosas pueden dejarse sin podar e incluyen a Centenario de Lourdes en este grupo. Yo lo completaría diciendo que si la primavera es lluviosa - y casi siempre lo es en la zona montañosa de Galicia - para evitar problemas es mejor podar, incluso las rugosas, que en principio no necesitan poda.

Hoy el día amaneció anubarrado y fresco. El jardín huele a vainilla y a pesar de que los naranjos están en flor apenas percibo el perfume de azahar, la vainilla le puede.

Es curioso porque… no tengo vainilla.

Os dejo algunas imágenes del jardín en los primeros días de sol:







martes, 11 de mayo de 2010

Mayo


Llueve todos los días y las temperaturas son muy bajas, oscilan entre los 3º C de mínima y los 15º C de máxima. Aún así el jardín está sano.


Por ahora la floración es pobre, aunque tenemos todos los matices del color verde y la promesa de una explosión de color pues los rosales están cubiertos de botones; también así es muy bello el jardín.

Temo que al subir la temperatura aparezcan los hongos. Para prevenirlos les di a los rosales dos tratamientos con el fungicida Daconil, separados 15 días entre si.

Esperamos el sol. Llegará. Y los primeros días serán una fiesta, para el jardín y para nosotros.